AUDIENCIA Y LENGUAJE RADIOFÓNICO
Resumen: la radio en términos generales
es un efectivo medio de comunicación, que se debe a su audiencia, analizándola se
reflejó una realidad constante desvaloración, descubriendo también que este
poco interés por el estudio de la audiencia en términos cualitativos, eran
reforzados por el poco interés de las radios en cuanto a la utilización y
mejoramiento de elementos my trascendentales para la construcción del mensaje radiofónico:
voz del locutor, los plano sonoros y los efectos de sonido, que unidos conllevan a una mejor representación
de imágenes mentales.
Palabras claves: audiencia,
imaginación, realidad, voz locutor, radio.
La audiencia se
podría definir como el total de personas que se encuentra en contacto y tiene
una interacción con el medio de comunicación, en un tiempo determinado; pero “la audiencia es un concepto flexible y
cambiante”1 (Huertas). Etimológicamente audiencia proviene de la
palabra audiere, que significa oír.
En la época de las colonias no solo abarcaba el escuchar sino que tenía dos
acepciones la primera como el conjunto de razones y pruebas dentro de un
juicio, y la segunda como el tribunal que daba un veredicto. Luego en la época
de la republica adopto un significado de
espacios de participación ciudadana. Ya más cercanas a nuestra época su
significado se relaciona con los medios de comunicación, sería la medida en términos de escucha de programas de
radio, televisión etc.
Pero si
rescatamos el significado que se tuvo en la época de las colonias y la
república, no solo se enmarcaría en el hecho de escuchar, si no que abarcaría
todo un proceso de valoración del programa en particular. Pero lamentablemente
en la actualidad su significado se ha distorsionado, la audiencia ha pasado de
ser un destinatario analítico y calificador a ser solo un objeto de medición. Al
empezar un programa de radio, la preocupación de muchos radialistas es quizá el número de personas
que escuchan su programa, a lo que Bourdieu se refiere como los índices; “los índices de audiencia significan la
sanción del mercado, de la economía” 2; se refiere a
que en la actualidad los estudios en torno a
las audiencias se han enmarcado solo en el aspecto cuantitativo,
comercial y de mercado, por lo que se está obviando un necesario análisis cualitativo,
en cuanto al perfil, comportamiento y características de esta; y si hay algún
estudio de contenido social es simplemente para para utilizarlo en temas
netamente comerciales. Poco o nada se estudia a la audiencia en torno a los
cambios que ha ido sufriendo a lo largo del tiempo, ya que como los seres
humanos por naturaleza somos cambiantes, las audiencias también lo son.
Estos cambios no
solo son a nivel la valoración de los radialistas hacia las audiencias, también
ha influido mucho el avance tecnológico, ya que con la facilidad que brinda la
tecnología las radios se han proliferado, existiendo por ende mayor número de
programaciones. Así es que en los primeros años de la radio su audiencia era
una masa homogénea, precisamente por este detalle, por las poquísimas opciones
de programación, luego en los años 80 la radio en su afán de competir con la
televisión, y atender las múltiples diferencias de la televisión opto por
variar su programación, segmentando a la audiencia según algunos autores.
Pero esta segmentación no me parece perjudicial.
Recordemos cuando a la audiencia se le consideraba una masa homogénea, también
el termino incluía una audiencia pasiva, no reflexiva, que se conformaba con lo
que había; en cambio al abrirse el paso hacia una masa heterogénea, solo por el
hecho de que la audiencia tenga más opciones para elegir y active su
pensamiento crítico, a la hora de escoger el programa que va a escuchar, desde
ese momento se inicia el camino hacia una audiencia activa, que no solo
escuche, si no que analice, y se sensibilice. Pero este buen momento intermedio
en la evolución de las audiencias pasó, desdichadamente las audiencia siguieron
evolucionando y no precisamente para bien, con los avances tecnológicos, y
también con el afán comercial, se inició otro tipo de audiencia una superhiper
fragmentada, que abarca diferentes aspectos, por un lado la multiplicación de
los medios de comunicación sobre todo de la radio y televisión, no solo en las
frecuencias, ahora también existen las radios online, por lo que la
programación enfocada a una determinada audiencia se ha proliferado,
volviéndose cada vez más individualista, tal vez esto no sea tan malo, el
brindar diferente programación, el problema a mi parecer radica en el motivo de
ello, no se ha extendido con el afán de satisfacer a un público diferente, sino
con fines netamente comerciales, he allí el problema de la proliferación de las
radios. Aunque definitivamente la fragmentación de la audiencia es necesaria
para establecer grupos que tengan intereses y necesidades en común, la poca
creatividad para hacer frente a la situación de competencia que se vive por la
proliferación de los medios es el punto débil de las producciones radiales, la
deficiente capacidad de crear producciones innovadoras convierte al medio
radiofónico en un inmenso mar de posibilidades monótonas, un medio repetitivo
que busca de forma equivoca la interacción con su audiencia, se trabaja mucho
la interacción entre público y medio, pero poco se fomentan las conversaciones
entre los públicos, como dije antes para ello es necesario, la búsqueda de
temas que puedan hacer que la audiencia se relacione entre sí, temas,
necesidades, gustos en común.
En relación con
otros medios de comunicación, la radio genera una situación comunicativa muy
particular, en la que emisor y receptor se ven sin ser vistos, en la que se
perciben espacios sin ser percibidos, en la que, sobre la nada, se dibujan
mares, ríos, montañas, animales, rostros, sonrisas, tristezas. La radio, como se
dice un medio ciego, pero también es, al mismo tiempo, un mundo a todo color.
“En
la narrativa radiofónica es especialmente delicada la construcción y la adaptación de los mensajes,
así como el reflejo de las evoluciones
espacio-temporales que se producen en las escenas de programas dramáticos y en los relatos
informativos”3. El papel que juega el lenguaje utilizado por la
radio también es fundamental para dar a conocer el mensaje radiofónico con la
exactitud, emotividad y credibilidad permanente, no hay crédito a altos y
bajos, el lenguaje en radio debe ser siempre pegado a la realidad, pero el
discurso radiofónico se ha descuidado.
La palabra
hablada, se convierte en el primer aliado de un locutor para poder transmitir
en primer lugar la realidad consistente que conlleva a una credibilidad irrefutable.
Y aunque “el medio radiofónico no dispone
de una referencia visual directa, como sucede en la televisión, la narración radiofónica exige
unos cuidados especiales que permitan al
oyente en todo momento la comprensión fácil e
inmediata del discurso”4. Es por ello que ante esta ausencia,
se deberá pulir más el medio por el cual se transmite el mensaje: la palabra;
esta inspira una sensación de familiaridad y cercanía con los que están del
otro lado del parlante, pero esta palabra se debe pulir, existen muchos
elementos que la hacen única y fundamental para el correcto ejercicio de la
locución y la difusión del mensaje radiofónico, nadie va a discutir la
credibilidad de la radio eso se lo ha ganado a pulso, es el medio que ha
inspirado tradicionalmente una gran confianza entre sus seguidores,
posiblemente porque la mayoría de los locutores se dirigen a ellos de tú a tú,
les despiertan por la mañana, les acompañan durante la noche, conversan con
ellos, les hablan..., y casi siempre con un halo de naturalidad y amistad que
difícilmente se aprecia en otros medios audiovisuales, además de la voz como un
factor de credibilidad que hacen que el mensaje suene como es, y llegue al
público caliente, directo de la realidad.
La voz humana
como tal tiene una serie de cualidades que la convierten en una herramienta
infalible para la transmisión del mensaje. La intensidad, es una de las que
utilizamos a diario, y en el ejercicio radiofónico se vuelve indispensable para
hacer llegar las emociones, la emotividad del mensaje de forma correcta, tal es
así que si vamos a presentar una situación penosa, la intensidad de la vos
disminuirá, pero si es todo lo contrario esta deberá subir, para contextualizar
al público dentro de la emociones correctas, nuestro mensaje radiofónico será
construido con diversas intensidades de la voz para poder diferenciar las diversas
circunstancias emocionales del mensaje.
Por otro lado el
tono de la voz es otra de las cualidades que hacen creíble o no el mensaje,
existen dos tipos de tonos marcados, los graves y los agudos, aunque estos son
adquiridos de nacimiento, si se tiene una voz muy aguda se puede tratar de
mejorar a través de ejercicios, ya que según diversos estudios la voz grave es
la representa mejor la credibilidad del mensaje. En cuanto al timbre, puedo
decir que es lo que nos hace atractivos o insípidos para nuestra audiencia, y junto con las demás
cualidades, nos dan esa forma particular de comunicar, cada una de ellas es
trascendental para la perfección del contenido, por ejemplo, si estamos
describimos la llegada de la primavera y lo hacemos con una voz baja y con un
timbre opaco, transmitiremos las emociones que produce la llegada de la
estación, claro que no; por eso la utilización de todas las cualidades en el
momento correcto y cuando la situación lo amerite, sin exageraciones, ni
distorsiones conllevan a la reproducción correcta del mensaje en la voz del
locutor.
También en conjunción con las diferentes cualidades
de la voz existen otros elementos que hacen posible que el radioescucha pueda
recrear el mensaje transmitido, a su manera pero sin distorsionarlo. Como
sabemos la radio es un medio eminentemente audiovisual, a pasar que el mensaje
solo nos llega por un sentido: el oído, somos capaces de recrearlo a través la
imaginación, en primer lugar para que “el
oyente pueda representarse las ideas es
necesario utilizar un lenguaje concreto que describa con exactitud y que sea
capaz de producir asociaciones,
comprensión e imágenes en la mente del oyente”5. Al hablar de
lenguaje concreto me refiere en usar adjetivos descriptivos que ayuden al
escucha rápidamente a pintar la realidad dentro de sí mismo, por ejemplo, en
lugar de decir el cielo estaba nublado podemos decir, ya se acerca la
primavera, podemos decir, renacen las flores, los campos se enverdecen, el sol
resplandece, la primavera ya se acerca!!. Las palabras en voz activa son más
directas, expresivas y efectivas para los oyentes que las palabras en voz
pasiva. Las ventajas: la forma de las frases pasivas es tanto en alemán como en
castellano más complicada que la de las frases activas, además, en las frases
activas casi siempre aparece el sujeto realizando una acción concreta.
Pero este es en
el caso de la palabra hablada, no olvidemos que acompañado al lenguaje verbal
con el que nos comunicamos los seres humanos, existe también un lenguaje no
verbal, el de los gestos las mímicas, los movimientos corporales, es decir el
lenguaje visual que aporta y enriquece la comunicación de los seres humanos.
Pues bien sabemos que el lenguaje no verbal corporal puede decir realidades que
muchas veces las palabras tratan de ocultar. Por ejemplo en el caso de decir
con las palabras adecuadas que estoy completamente sano, cuando por mi expresión
del rostro y decides demuestro que es todo lo contrario.
Muchos estudios confirman que la mente
trabaja a través del oído y no a través
de la vista. En la memoria auditiva se van acumulando formas patrón que
constituyen un amplio muestrario que orientara nuestra manera de escuchar,
organizar, seleccionar e interpretar las mesclas de sonidos que provienen de
nuestro entorno (Rodríguez Bravo). De
la percepción se pasa a la memoria y luego se llega a la imaginación,
transformamos impresiones en representaciones mentales.
La radio
representa en este caso un medio efectivo la recrear imágenes mentales en los escuchas,
a través de los sonidos puesto que estos son muy familiares a nuestra vida
cotidiana, van a ser fáciles de rescatar y guardar “Podemos hablar de dos funciones de los efectos sonoros: una
descriptiva, que acerca la realidad y otra expresiva, que ayuda a interpretar
fielmente esa realidad, dejándole libertad para recrearla en la mente de quien
los oye”6 los efectos
sonoros pueden describir una realidad más efectivamente sin la necesidad de
recurrir a la descripción exhaustiva de un espacio, nos ayudan a contextualizar
una realidad más clara, o nos pueden contagiar de sentimientos de forma rápida y
sobre todo tienen la capacidad de ser duraderos en nuestra memoria, por otro
lado ayudan a captar la atención y el interés, de la audiencia, además de los
diferentes tipos de sonidos no siempre tienen un significado superficial, si no
que ayudan a despertar de un significado denotativo como es el caso de por
ejemplo el sonido del fluir de un rio, que significa la paz o tranquilidad, es
decir nos el sonido nos remite directamente a la realidad sin ningún tipo de
manipulación7.
Por otro lado un
elemento poco estudiado y explotado son los planos sonoros, que se definiría
como la distancia de los locutores con respecto al micrófono. “Cada plano tiene una función y un valor
específicos, que luego se traducen en significados concretos mediante el
proceso de descodificación sonora”8. Esta función se relaciona
básicamente con la contextualización de los espacios, para que el oyente pueda
distinguir los personajes los objetos y las acciones, y establecer los sobresalientes
de los ornamentales y además establecer movimientos entre los personajes. Los
tres son un complemento, la transición de una historia narrada solo con
diálogos, no es tan efectiva como una
historia narrada con efectos de sonido, y al mismo tiempo una historia
narrado solo con efectos de sonido no es tan efectiva con una narrada con los
planos sonoros, pero lo que también es cierto es que la unión de los tres
elementos; voz humana, efectos sonoros, planos sonoros, correctamente
elaborados y utilizados maximizan el grado de efectividad de un mensaje
radiofónico, que se observa en la facilidad con la que las personas pueden
dibujar en su mente la realidad transmitida en el mensaje.
A modo de conclusión
puedo decir que las audiencias requieren una revaloración por parte la los productores
y locutores de radio, enfocada directamente a fomentar la interacción como
comienzo, para establecer espacios que propicien no solo la interactividad de escuchas
y locutores, si no al mismo tiempo propicien despertar la conceptualización de
ideas propias a partir de la representación de imágenes mentales, ayudados de los
tres elementos que son indispensables para el lenguaje radiofónico, la voz, los
sonidos y los planos sonoros; todos ellos enfocados en pro de una audiencia más
activa y empoderada.
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